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por Pep Gimenez

En la década de los 80 toda una generación de cineastas produjeron una revolución dentro del concepto del entretenimiento audiovisual: Steven Spielberg  con “E.T.” e “Indiana Jones”, los gremlins invadiendo la pantalla de la mano de Joe Dante, las comedias de John Hughes, Fred Dekker y su pandilla alucinante…Pero de entre todo este grupo de directores, destacó uno que fue capaz de poner a un hombre lobo americano en medio de Londres, montó la mejor juerga de rock y soul que se ha visto jamás, y nos presentó al gran príncipe de Zamunda.Gerardo Santos Bocero, autor de excelentes libros sobre Jackie Chan y John Hughes, analiza en “John Landis. Un hombre lobo en Hollywood”, la obra de uno de los directores fundamentales de los años 80: prácticamente a él se le debe el nacimiento de la comedia adolescente pero también de uno de los grandes idilios entre cine y rock, además de reinventar el cine de terror añadiéndole gotas de humor, una fórmula que muchos directores han utilizado posteriormente (Sam Raimi, Edgar Wright, Kevin Smith).

El libro se centra en algunas de las claves que han convertido al director de “Desmadre a la Americana” (1978) en uno de los autores fundamentales de su época; por ejemplo siempre fascina su capacidad para moverse entre distintos géneros cinematográficos, incluso para mezclarlos entre si dando como resultado una serie de películas brillantes. Dentro de la comedia fue capaz de convertirse en digno heredero del humor burlesco de la revista Mad, y asociarse con el genial trío ZAZ (David y Jerry Zucker, y Jim Abrahams) para dirigir, en 1977, “The Kentucky Fried Movie” (antecedente de películas como “Aterriza como puedas”); aunque más tarde, en 1980, le añadió al musical unas cuantas gotas de energía, ritmo y vitalidad (imposible olvidar las actuaciones de James Brown o Arertha Franklin en “Granujas a todo ritmo”), y navegó brillantemente por la sátira cuando decidido cambiar los roles del ricachón Dan Aykroyd y del pícaro Eddie Murphy en “Entre pillos anda el juego” (1983), una película que hubiera sacado una sonrisa de felicidad al mismísimo Frank Capra.

Pero sin duda “Un hombre lobo americano en Londres” (1981) fue la película en la que mejor consiguió combinar estilos y géneros: es una obra maestra donde el terror se funde con un absurdo sentido del humor, que, a su pesar, no consigue tapar toda la tragedia que esconde la historia. Además fue la cinta que encumbró a Rick Baker, convirtiéndolo, a su vez, en uno de los grandes maestros en el terreno de los efectos especiales y el maquillaje. En el libro, Gerardo Santos, señala su importancia dentro del cine de John Landis, donde colaboró en varios de sus títulos (por ejemplo, también se ocupó de transformar a Eddie Murphy y Arsenio Hall en los distintos personajes que interpretan en “El príncipe de Zamunda”).

Gerardo Santos no olvida documentar unos de los hechos más tristes que tuvo que vivir el director: el accidente de helicóptero que sucedió durante el rodaje de su fragmento para la película “En los límites de la realidad” (John Landis / Steven Spielberg / Joe Dante / George Miller, 1983), y que acabó con la vida del actor Vic Morrow y de dos niños vietnamitas; un trágico suceso que marcaría la vida del cineasta. A pesar de conseguir grandes éxitos de taquilla como “El Principe de Zamunda” (1988), a finales de los 80 y principios los 90 su carrera empezó a decaer con películas interesantes pero algo infravaloradas (“Cuando llega la noche”), o films que son imposibles de describir (“La familia Stupid”).

A partir de los 90 la televisión se convirtió en el medio donde mejores frutos cosechó el director. Primero revolucionó el universo de las sitcom gracias a “Sigue soñando” (1990 – 1996), una serie que utilizaba grabaciones de viejos programas de los 50 y 60 para expresar las opiniones y emociones de su protagonista. Personalmente me sigue pareciendo uno de los títulos a reivindicar de esa época, sobre todo por su valiente forma de tratar temas como el amor o el sexo que años más tarde copiarían otras series (“Scrubs”, “Louie”), y es que, poco a poco, “Sigue soñando” se convirtió en una de las primera obras maestras de la HBO, antes de que esta decidiera liderar lo que hoy conocemos como “La edad dorada de la televisión”.

La otra aportación de John Landis fue el capítulo que dirigió para la serie “Masters of Horror” (2005 – 2007), donde coincidió con otros grandes cineastas del género de terror como Don Coscarelli, Tobe Hooper o Dario Argento. “Deer Woman” acaba siendo un intenso relato de terror, que, también, recupera parte del sentido del humor visto en “Un hombre lobo americano en Londres” (incluso, en un momento de la historia, se hace referencia a los hechos ocurridos en la cinta de 1981).

“John Landis. Un hombre lobo americano en Hollywood” entusiasmará a los fans del cineasta y de una forma de hacer cine de entretenimiento que, desgraciadamente, ya no se hace en la actualidad. Si te gustan los hombres lobos desquiciados deambulando por la capital británica, o ver a John Belushi de juerga vestido con una toga, o contemplar como Dan Aykroyd y Eddie Murphy engañan a Wall Street y al sistema capitalista…Entonces este completo y divertido estudio es tu libro.